Blogia
"Ambiente Virtual de Autoestima"

Problemas Básicos de Baja Autoestima

Problemas Básicos de Baja Autoestima

Los problemas de baja autoestima más serios surgen de la adopción de una falsa identidad, de una afirmación exterior por oposición a la afirmación interior.

Veamos algunos de estos problemas.

Afirmación centrada en nosotros mismos. Un factor que podría jugar un papel en el deterioro temporal de la autoestima es un bajo nivel de autoconsciencia o autovaloración, debido a la inquietud infundada respecto de la opinión o aprecio hacia sí mismo por parte de los demás. Tendemos a vernos a nosotros mismos o a sentir respecto de nosotros mismos según como pensamos que nos ven o nos estiman los demás (aclaramos que habrá situaciones en las que la opinión o valoración externa sea relevante, tal como puede ser la que de nuestra eficacia pueda hacer nuestro jefe).

Se busca entonces afanosamente agradar a los demás, a fin de mejorar la imagen o estima que de nosotros tienen. En casos extremos, es causa del llamado "vampirismo emocional".

Comparación social. Desde niños, y ya adultos, evaluamos nuestras capacidades, al menos en parte por comparación con las de los demás. En algunos casos puede ser necesario y hasta positivo, si lo hacemos buscando un referente externo para comprendernos mejor a nosotros mismos y para evaluar las cosas que estamos haciendo. Pero si lo hacemos con el propósito de valorarnos por comparación con los demás, sentirnos bien si los demás parecen peores que nosotros, o sentirnos mal si los demás parecen mejores que nosotros, se constituye en una afirmación negativa centrada fuera de nosotros mismos. En casos extremos, nos lleva a denigrar regularmente a las personas que conviven con nosotros.

Desvaloración aprendida. Cuando un trabajo no nos sale bien, podemos atribuirlo a la falta de esfuerzo, a la falta de capacidad, o ambas (también podemos echarle la culpa a algo o alguien externo). Cuando se atribuye el fracaso a la falta de esfuerzo, suele tener poca influencia en los sentimientos que uno tiene sobre su propia eficacia. Sin embargo, cuando lo atribuimos a falta de capacidad, probablemente el resultado sea una desmotivación. Además, este tipo de valoración persistente puede llevarnos a enfrentar situaciones semejantes cada vez con menos motivación y más pesimismo, fracasando incluso en situaciones relativamente fáciles (profecías autorrealizables).

Represión. Es una regulación interna que genera estados de angustia, usualmente por no venir de una decisión consciente sino del acatamiento de una imposición externa o internalizada. Por ejemplo, cuando dejamos de decir lo que sentimos por temor al rechazo o enojo ajeno.

 Autor: Carlos A. Chiari

0 comentarios